La historia judicial que rodea a Pablo Toviggino, tesorero de la AFA y figura clave del poder futbolero en Santiago del Estero, volvió a emerger con fuerza. A fines de 2017, la PROCUNAR impulsó una causa para determinar si el dirigente tenía un rol central en una supuesta organización vinculada al narcotráfico. El expediente, que nació en el Juzgado Federal de Campana, se basó en declaraciones de testigos protegidos que describieron la existencia de una “pista clandestina” usada por avionetas en un campo del paraje Ahí Veremos, en el departamento Alberdi.
Aquellos testimonios no quedaron aislados. La Justicia ordenó a la Unidad de Operaciones Especiales Antidrogas de Gendarmería investigar el lugar, y los agentes confirmaron -mediante drones, fotos y entrevistas encubiertas- la presencia de un terreno apto para el aterrizaje de aviones, con personal sin herramientas agrícolas pero equipado con equipos de comunicación. En su declaración, el Primer Alférez Norberto Omar Ghighlione vinculó directamente ese espacio con Toviggino y dos de sus hombres de confianza: Fernando “Polo” Figueroa y Gabriel Gorosito, ambos ligados a empresas que el dirigente controla.
Las pruebas se acumularon según se explicó en Clarín. La Gendarmería sostuvo que el campo habría sido usurpado para operar estas actividades, y la PROCUNAR pidió datos sobre vuelos sospechosos: entre 2012 y 2018, se registraron 37 tránsitos aéreos irregulares en la zona. La investigación se amplió hacia sociedades comerciales -entre ellas HT SRL, Malte SRL, IMA SRL y SOMA SRL- señaladas como parte de un entramado para disimular movimientos patrimoniales. Paralelamente, la causa migró a Catamarca, donde otra pesquisa seguía los pasos de Eva Portillo de Quiñones, “La Tía”, una figura narco señalada como proveedora de droga para avionetas que aterrizaban en Santiago del Estero.
Las conexiones trazadas por la Justicia mostraron vasos comunicantes entre los operadores del paraje Ahí Veremos, la red empresarial atribuida a Toviggino y los contactos de “La Tía” en la región. Incluso se detectaron cruces telefónicos entre algunos de los involucrados, mientras el denunciante original -el abogado Edgardo Taboada, quien afirma haber sido despojado de su campo- vinculaba esta trama con el poder político provincial, históricamente dominado por el zamorismo.
Un expediente que vuelve al centro de la escena
Aunque fuentes judiciales aseguran que Toviggino ya no figura como objetivo activo de la causa, el expediente recobró interés por su valor contextual. Las sociedades mencionadas entonces son las mismas que hoy aparecen bajo análisis en investigaciones por presunto lavado de activos. Los movimientos de tierra, las avionetas, los testimonios protegidos y la red de empresas conforman un rompecabezas que vuelve a situar al dirigente en una trama judicial que, pese al paso del tiempo, jamás terminó de apagarse.